Reseña de Pureza, de Jonathan Franzen

Pureza, Jonathan Franzen

Mi opinión

Hacía tiempo que tenía ganas de leer algo de Franzen, que tan magníficas críticas atesora. Desde luego, el estreno ha sido magnífico: detrás de esa anodina portada, hay una novela fascinante. Es alentador que por una vez las expectativas se cumplan.

Me ha gustado la ausencia de obviedades. Estoy cansada de los escritores que se empeñan en explicárnos de entrada TODO sobre TODOS los personajes, como en esas series malas que en la primera escena ya te han introducido al protagonista, su trabajo, estado civil y grado de alcoholemia… (hablando de series, ya se está rodando la adaptación, con Daniel Craig como protagonista y el guión a cargo del propio Franzen). En fin, que es de agradecer que el autor nos presuponga un mínimo de inteligencia.

Los personajes responden a estereotipos clásicos, pero son tan humanos (en el sentido de reales, no de sensibles), que aportan a la historia la credibilidad necesaria. Así, encontramos a la joven inocente, pura, al profesional pragmático, o al hedonista paranóico y megalómano, fruto de una infancia con una madre egocéntrica y manipuladora:

…qué extraño abrazo el que se dieron, qué transacción tan enfermiza. Ella, incapacitada para el amor verdadero, fingía quererlo mientras él, que sí la quería de verdad, explotaba su amor fingido.

Acompañando a los personajes, dos tramas sumamente interesantes: el comunismo y la filtración de documentos de interés público en internet, al más puero estiloWikiLeaks. El mismo argumento, con un tratamiento distinto, se habría convertido en un folletín. Por ponerle un pero, en algunos momentos las tramas secundarias se extienden en exceso, sospecho que por ser temas que al autor le preocupan, como el tráfico ilegal de armas y drogas.

En fin, una lectura seductora y adictiva que tornó las calurosas tardes de verano en puro placer y que ya forma parte de mi lista de imprescindibles.