Portadas buscando a su media naranja
A veces, al ver una portada, nos recuerda a otra similar o, en otros casos, nos parece que es la media naranja de otra cubierta. Es el caso de las portadas que podemos ver a continuación, que me parecieron que se complementaban de forma ideal:
Tras el deshielo…
El problema de una portada tan perecedera (¡a quién se le ocurre poner dos cubitos de hielo!), es que puede acabar convertida en un oscuro charco.
Portada desplumada
Al culpable del desplumamiento del pobre pollo lo encontramos en la segunda portada…
Las dos caras de la misma portada
Estas dos chicas combinan bastante bien…
…aunque el resultado da un poquito de repelús, la verdad, muy a tono con la temática de las novelas:
¡Cierren esa ventana!
Pues me temo que no es una corriente, sino el mismísimo Katrina el responsable de que se vuelen los poemas de la primera portada…
Sin ti no soy nada
Aquí, mejor que en ningún caso, podemos asegurar que el sacapuntas ha sudado sangre para dejar la portada de Murakami en perfectas condiciones…
Alguien nos observa
¿Quién está espiando lo que sucede en la novela de Arne Dahl? Ah, Elena Poniatowska.
Títulos antónimos
En este caso, no solo los títulos son antónimos; curiosamente, la primera novela trata de problemas alimenticios, mientras que la segunda, es la historia de un cocinero.
¡No digas palabrotas!
Si pones una palabra malsonante en el título de tu novela, corres el riesgo de que huyan volando los figurantes…
Sofá para dos
Eloy Moreno y Lof you comparten un sofá rojo para las portadas de sus novelas.
Estupendo. Hace sonreir, No he entendido la de “Alguien nos observa” (?) quizás por lo que me me entusiasma E. Poniatowska (?)