La literatura nos ha regalado cosas fantásticas, como los deportes creados expresamente para la ficción. Ciertas novelas, incluso, giran totalmente en torno a esos juegos ficticios. Inspirados en deportes reales, algunos han conseguido una multitud de fans y seguidores, llegando a realizarse competiciones en el mundo real.
8 increíbles deportes literarios
#1. Quidditch
El quidditch es el deporte más popular en la comunidad mágica de Harry Potter, creada por J.K. Rowling. Es una especie de fútbol-baloncesto aéreo que se juega volando sobre escobas mágicas. Consiste en atrapar la snitch dorada (una veloz pelota dorada del tamaño de una nuez): el equipo que lo logre gana automáticamente. Sobre el juego hay una extensa documentación, ya que ocupa un espacio importante en la saga. Este deporte ya ha sido adaptado para los muggles: en Estados Unidos se jugó la primera Copa del Mundo de quidditch en 2007.
#2. Poohsticks
El poohsticks es un deporte que aparece en las aventuras de Winnie the Pooh, escritas por A. A. Milne, concretamente en el segundo libro, The House at Pooh Corner, publicado en 1928. Se trata de dejar caer un palo desde un puente bajo el que corra agua en abundancia. El jugador cuyo palo aparece en primer lugar al otro lado del puente, es el ganador. Desde 1984, se celebra un Campeonato Mundial de poohsticks en el Río Támesis.
#3. Croquet con flamencos
Este deporte practicado por la Reina de Corazones en Alicia en el País de las Maravillas, consiste en golpear erizos, que actúan a modo de bola, utilizando un flamenco a modo de mazo, y hacerlos pasar por debajo de los soldados naipe, quienes previamente se deben haber colocado en el terreno formando arcos con su cuerpo. Lewis Carrol se inspiró en el juego británico original.
#4. Brockian ultra-cricket
El brockian ultra-cricket es un curioso deporte que practican los krikkits y que consiste en golpear a la gente de repente, sin ninguna razón evidente, y salir corriendo. Aparece en la saga de ciencia ficción Guía del autoestopista galáctico creada por Douglas Adams, en concreto en La vida, el universo y todo lo demás. Sus reglas son tan complicadas que, la única ocasión en que se reunieron para formar un solo volumen, se produjo un colapso gravitatorio que acabó en un agujero negro.
#5. Escatón
El juego creado por David Foster Wallace en La broma infinita, está a medio camino entre un juego de guerra y el tenis. Es como llevar a cabo la Tercera Guerra Mundial en un mundo comprimido en cuatro pistas, una especie de Risk en el que cada cada pelota de tenis es un misil termonuclear. Lo juegan seis grandes equipos, cada uno de los cuales representa una potencia mundial. Gana aquel que logra más víctimas mortales en el bando de sus oponentes.
#6. Hadaul
Aparece en la novela El rostro, de Jack Vance. Es una mezcla de lucha sumo y pelea callejera que se juega en un campo de círculos concéntricos con una docena o más de los combatientes. En el centro de los anillos se encuentra un gran premio. Se juega con cuchillos, palos, o látigos, y las muertes no son infrecuentes. Es uno de los deportes más populares de la ficción.
#7. Juegos del hambre
Se trata de un gran acontecimiento deportivo televisado en directo, una olimpiada de sobrevivencia. En este torneo creado por Suzanne Collins para Los Juegos del hambre, la primera novela de la saga, trece equipos conformados por dos dos niños de 12 a 18 años (los tributos) deberán enfrentarse a muerte en una arena especialmente construida para los juegos. El último tributo con vida es coronado vencedor por el presidente de Panem.
#8. Combates en gravedad cero
Pertenecientes al clásico de Orson Scott Card, El juego de Ender, son partidas de juegos futuristas libradas en Escuela de Batalla (una estación espacial usada como complejo militar de entrenamiento para los niños), en un terreno de juego a gravedad cero, y que permiten poner a prueba las aptitudes físicas y estratégicas de los reclutas.
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